Por Jesús Valenzuela.
Los azulgranas volvieron a la victoria luego del trago amargo en el Bernabéu.
Barcelona le bastó solo siete minutos para resolver su compromiso ante el Villarreal 3-0 y sacar de nuevo la cabeza después de la derrota en el Bernabéu y prácticamente despedirse de la Champions ante el Inter de Milan.
Los azulgrana, tuvieron un partido cómodo, jugaron con convicción y con dos goles tempraneros de Lewandoski y Ansu Fati, ya en 7 minutos estaban arriba en el marcador. Tambien tuvieron en Frenkie de Jong a un nuevo timonel y no repitieron los errores cometidos ante el Real Madrid y el Inter.
A Ansu se le vio con esa chispa que le ha faltado desde que volvió de la lesión y por la que Xavi no le daba más minutos. Ante el Villarreal compartió delantera con Lewandowski y Ferran Torres y sus dos acompañantes arriba lo buscaron para que se sintiera cómodo.
El polaco se escoró en muchas ocasiones hacia la izquierda buscando la proximidad con el hábil delantero azulgrana. La cercanía de dos genios supuso desconfianza en la zaga amarilla y Ansu se cansó a rematar, hasta cinco veces en los primeros 23 minutos.
El Villarreal no parecía demasiado aturdido, porque el empuje del Barcelona era más ficticio que real, amenazaba más que creaba peligro y además los de Unai Emery, con la velocidad de Danjuma y Jackson, crearon unas cuantas dudas en el eje central, donde Marcos Alonso se vio muchas veces desubicado.
Ante cualquier problema, Jules Kounde apareció para corregir algún error posicional de Marcos Alonso o para ganarle la carrera o jugar al corte ante cualquier rival.