Por Miguel Santana.
José María Morr es un obseso del trabajo. Detenerse es un término que no está escrito en el diccionario de su vida, porque siempre va por más. Lo expresan las palabras de quienes desde cerca han trabajado con él, pero todo se sustenta todavía con más fuerza, cuando en consideración tomamos lo que ha hecho como director técnico. Llegó a Metropolitanos con la premisa de hacer historia y lo logró. ¿Cómo? Haciendo lo que mejor sabe llevar a cabo:
trabajar. Su profundo amor por la labor que desempeña, fue el argumento perfecto para encontrar respuestas ante la adversidad. Su elenco es una institución joven, que apenas supera la década de vida, pero para ser grande, hay que trascender a lo más alto.
Lo últimos tres años de gestión se resumen a dos clasificaciones a Fase de Grupos de Copa Sudamericana y una a la Copa Libertadores de América. Nada mal para un entrenador cuya primera experiencia en la máxima categoría venezolana ha sido con la escuadra púrpura, que ahora será representante del país en la competición más prestigiosa de clubes en el continente. Fue Morr quien cambió la mentalidad deportiva e institucional del club, llevándolo a niveles sin precedentes. ¿Cuál ha sido la clave? ¿De qué manera pudo hacer
realidad esto? Trabajando, se lee de nuevo. No hay otra manera, porque al trabajo nada le gana.
“Cuando conocí a Morr dije «este tipo está loco, no deja descansar a nadie» y luego me di cuenta que el loco era yo. Me convirtió en mejor profesional y me hizo valorar al máximo cada una de las cosas que puedo alcanzar. Él ha impactado en mí de tal manera, que no puedo sino darle las gracias por todo lo inculcado. No solamente es un gran técnico, sino una excelente persona”, manifestó uno de los integrantes del plantel con sede
en la capital.
En 2019, estuvo a nada de clasificar a una final de Copa Venezuela, pero Monagas se atravesó en el camino y dejó al elenco caraqueño sin reacción; Deportivo Táchira, su entonces rival en una instancia decisiva de la Liga FUTVE, pospuso el cumplimiento de los sueños del entrenador, que ahora, tan solo tres años después, ve cristalizado el deseo más inconmensurable que ha llevado consigo.
¿Qué viene ahora? Seguir haciendo y creciendo. Metropolitanos es una organización que apuesta a su fortalecimiento desde las bases, teniendo una estructura que les permite, cada vez más, sacar provecho de la formación de importantes talentos. En 2023, la Libertadores volverá a estar en Caracas, pero esta vez, para vestirse con el color de un elenco que no contempla dejar de avanzar. El fútbol premió a Morr por su trabajo y creció el amor por una camisa.