Cada vez que Álvaro Sayago se presenta, sabe que su mano pesa toneladas, porque aquella identidad referencia de manera inmediata a quien, por años, fue considerado uno de los mejores delegados de todo el fútbol venezolano, su padre, de idéntico nombre. Esa responsabilidad le hace avanzar con más determinación, entendiendo que debe poner en práctica no solamente aquello que aprendió en boca de su compañero más fiel, sino todos los conocimientos sumados a lo largo de una carrera que ha estado llena de muchos retos.
Ha sido parte de elencos como Deportivo Petare, UCV, Metropolitanos y Estudiantes de Caracas, siendo ejerciendo como presidente del equipo Nueva Esparta F.C., pero una de sus principales responsabilidades tiene que ver con ser director de Deportes de la Universidad Metropolitana, dándole forma a proyectos que contribuyen en el enaltecimiento de valores. Uno de sus más grandes sueños es ver a la Vinotinto en el Mundial, y para ello, aporta desde su trinchera, siendo hombre de ideas y fanático del trabajo hecho con pasión.
“Estamos en un momento importante para la historia del fútbol venezolano, porque todos sabemos lo que representaría para nuestro país acceder por vez primera a una Copa del Mundo. Todos los grandes esfuerzos están centralizados hacia esa dirección, pero considero que no por ello se deben descuidar las bases, nuestra Liga y los campeonatos formativos, porque ahí están las generaciones de relevo”, expresó.
La propuesta de Sayago habla del fútbol en modo pirámide, trabajando desde las fuerzas básicas, porque Venezuela tiene futuro, más allá del Mundial Norteamérica 2026. En tal sentido, habla de ver al balompié como un producto que llame la atención por parte del público, lo que obliga a hacerse un replanteamiento para obtener resultados diferentes.
“Tenemos que apuntar hacia tener un futbol industrializado, con una plataforma mediática que pueda acompañar al campeonato, para que esto genere mucho más interés por parte de los patrocinantes. Si logras que un público se interese por lo que haces, marcarás diferencia. Pero, con los resultados alcanzados en el plano internacional, será difícil que los amantes del deporte asistan al espectáculo”, dijo.
Entiende entonces que, en gran dimensión, los cambios dependerán de muchos factores, entre los que destaca aspectos económicos y una visión con formas distintas. Es imperativo clasificar al Mundial para que en el planeta comience a hablarse de Venezuela con otro tono, por lo que, en tal sentido, respalda la labor realizada por quienes están al frente de la Federación Venezolana de Fútbol, con una selección que, hasta ahora, está clasificada.
“Mediáticamente, hay una percepción que habla acerca de tener muchos patrocinantes, pero la realidad es que las sumas que aportan no son tan grandes. Por eso, se deben optimizar los recursos de la mejor manera posible, con procesos que generen confiabilidad, como ha sido el caso. Como hombre que vive de este deporte, pero más como un aficionado, quiero ver al país codearse con los mejores”, agregó.
Y es que, como dirigente, su experiencia va en dirección a la excelencia, incluso logrando cosas que no cualquiera pudiera decir que ha alcanzado, como generar una alianza entre la reconocida casa de estudios capitalina con la Fundación Real Madrid, para que el finalista de la actual UEFA Champions League tenga una academia en suelo patrio. Más allá de eso, su gestión habla sola, pasando de tener un estimado de 200 jóvenes que practicaban deporte, hasta llevarlo a 2000, con mucho por hacer.
“La mejor manera de hablar es con hechos, pero más, desde el silencio. Aprendí el significado de la palabra integridad y es hacer bien aquello que llevas a cabo, incluso, cuando nadie te ve. Es mi premisa de vida y es lo que me ha caracterizado”, aseguró Álvaro.
Sus metas están claras y el camino, lleno de oportunidades. Trabajar por aquello que ama, siempre pensando en trascender para conquistar distinciones en pro del país, lo motiva. Venezuela es su gran amor y el fútbol, una pasión que corre fuerte entre sus venas.
Excelente hermano. Que Dios te mantenga saludable para que sigas llenandote de éxitos.