Como arquero de fútbol profesional, su nombre estuvo ligado al éxito. No se puede hablar del Aragua F.C. sin mencionar a Luigi Palomino, histórico en el pórtico amarillo y rojo, pero además de eso, era el talismán de los equipos que buscaban ascender a Primera División y solicitaban sus servicios para cumplir la misión. Luego de una trayectoria que aprovechó para hacerse un nombre, ahora se dedica a enseñar todo aquello que a lo largo de muchos años aprendió. Tiene una escuela especializada en entrenar porteros, LP1, desde donde forma a grandes estrellas.
Querido por las futuras generaciones, su labor es formar, pero también ver en el fútbol una herramienta para educar a los jóvenes, porque no existe una mejor manera de explicar la vida que a través del deporte rey. Palomino se ha preparado, entendiendo que, mientras más conocimientos sume, mejor le irá en su profesión.
“Para mí, lo más importante, es poder capacitarme de manera permanente, para después brindarles todos esos conocimientos a mis alumnos y que ellos lleguen al más alto nivel. Cuando era un niño, rara vez eras entrenado por alguien de manera especializada, cosa que ahora sí es posible”, manifestó.
Esas carencias motivaron a Luigi para hacer con otros lo que nadie hizo por él, entendiendo la importancia de tener al lado a un maestro que no solamente pueda potenciar el talento, sino también educar a través de diversas formas. Actualmente, ser cancerbero significa asumir una responsabilidad sin igual.
“En los ocho años que llevo realizando esta labor, he visto cómo algunos niños han disputado la Liga FUTVE Junior y pronto serán profesionales. Todo es parte de un proceso, de un trabajo en el que cada quien da lo mejor”, dijo.
Aunque está profundamente enamorado de la labor que lleva a cabo, no cierra las puertas a una posibilidad de estar en un elenco profesional, pues ha recibido propuestas por parte de algunos clubes en Venezuela, teniendo siempre latente a opción de representar un escudo con gallardía y pundonor.
“Cuando te gusta lo que haces, sabes que puedes asumir compromisos de gran envergadura. Veremos qué pasa en el futuro, nunca descarto nada y más cuando es para trabajar en pro del crecimiento futbolístico nacional”, expresó con certeza.
Valoró el trabajo de todos sus pupilos, destacando algunos nombres que pudieran dar saltos importantes a nivel profesional, tales como Andrés Goncalves, Santiago Barreto, Luis Flores, Gerson Padrón, Román Gil, Ángelo Rodríguez, Sebastián Padrón, Carlos Rangel, Adrián Palomino, Daniel Alviarez, Alejandro Morey y Rafael Álvarez, con quienes trabaja arduamente en cada entrenamiento.
“Ser portero representa asumir un reto complejo, lleno de muchas cosas. Solo basta ver lo que pasó con Manuel Neuer hace algunos días, cuando atajó de todo contra Real Madrid y una pelota que picó mal significó perder el trabajo hecho a lo largo de 88 minutos. Puedes pasar de héroe a villano en nada, por eso hago mucho énfasis en la parte psicológica para fortalecer mentes”, complementó, entendiendo que su presencia es de gran valía para los niños.
Luigi Palomino se siente identificado con la labor que realiza Ernesto García, entrenador de porteros español, documentándose siempre por diferentes vías para crecer en dirección a ser considerado uno de los mejores. Su entrega no se discute.