Por Andrea Rojas.
El jefe de Red Bull considera preocupante la difusión temprana y sin confirmación del incumplimiento del tope presupuestario del equipo.
La escudería de Formula 1, Red Bull, llegó a un acuerdo con la FIA por el incumplimiento de casi dos millones de dólares del límite presupuestario del año pasado antes del Gran Premio de México, argumentando que interpretó mal algunas de las exclusiones permitidas.
Como consecuencia, el equipo recibió una multa de 7 millones de dólares y una reducción del 10% en su desarrollo aerodinámico permitido para los próximos 12 meses, una sanción que Horner calificó de «enorme» y «draconiana».
Cabe resaltar que Red Bull no fue informado oficialmente de que había infringido el límite de costes sino hasta el domingo del Gran Premio de Japón, 90 minutos después de que Max Verstappen consiguiera su segundo título mundial. Un día después se emitió una notificación pública, sin embargo, el secreto a voces ya rondaba desde Singapur.
Al reflexionar sobre el caso en México tras el fallo de la FIA, Horner dijo que esperaba una acción de seguimiento para investigar por qué se había filtrado la noticia del incumplimiento de la escudería.
«Las acusaciones hechas en Singapur fueron extremadamente molestas para todos los miembros del personal, todos nuestros socios, todos los involucrados en Red Bull», dijo Horner, agregando que «obviamente, cualquier forma de filtración es enormemente preocupante. Es algo que esperamos que se investigue».